Confundida
me pregunto si es tu silencio el que me acerca,
El
que me envuelve en tu presencia incansable,
En
tu voz sin eco,
En
tu ser sin sombra.
¿Donde
estas?, donde fue que se fueron tus brazos que no llegan a abrazarme.
Donde
fue que fueron tus ojos, a los que creía omnipresentes, que no pueden mirarme
desde ese punto.
Adonde
fue tu calor, que durante el día en mi cama nieva,
Y
de noche la nieve me quema la piel.
Quiero
saber si me extrañas o si solo la melancolía de la luna hace aparecer mi
recuerdo en tu mente.
Quiero
saber si me piensas, si me escribes, si me hablas.
Quiero
saber si en tus sabanas me acaricias, si en almohadas encuentras mis besos.
No
puedo negar extrañarte porque te siento como un hueco en el alma.
Espero
que vuelvas,
Con
tus ojos,
Con
tus abrazos,
Sin
extrañarme,
Porque
estoy aquí.
En
la espera de un cielo limpio.
En
el ansia de tu cuerpo amado.
Solo
unas horas producen en mi lo que otros quizás no sentirán en tantos días como
despierten.
No
te vayas más, o si quieres anda,
Pero
no dejes que estas horas se apoderen de mí.
Apodérate
tú de ellas,
Que
en el cansancio de extrañarte yo ya no puedo.