AL AZAR...

AL AZAR....

Los momentos y las vivencias construyen tanto un pasado como un futuro aunque también un presente. 

Las cosas que vivimos son recuerdos, aunque mientras mas vivimos, menos recordamos, o por lo menos recordamos muy poco de lo que vivimos. Vamos consumiéndonos la vida y de algún modo vaciándonos cada vez mas. 

Las personas van fluctuando, las relaciones cumplen ciclos, los hijos toman las riendas de su vida, y lo único que nos queda es lo poco o mucho que recordamos y lo mucho (esperemos) que aprendimos. 

Si no aprendemos a convivir con nosotros mismos no nos quedara mas que un vacío. 

Podrá ser llenado con parejas, con viajes, con mascotas, con el alboroto en el que a veces nos obligamos a estar para no escuchar nuestros pensamientos, pero seguirá siendo un vacío.  

Me quedé pensando en una idea. En cuanto juzgamos y nos juzgamos, que es creo la parte mas destructiva de esta acción. Me parece que puedo empezar a entender que nada de afuera es. Que todo es a través de mi. Que las personas no son ni buenas ni malas, sino que son de acuerdo a como yo las observo, de acuerdo a las experiencias que tengo con ellas. De acuerdo a como las juzgo.

Que lo único que es, es lo que yo se de mi. Porque lo demás, también tiene que ver conmigo.